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En la localidad serrana madrileña los días 10, 11 y 24 de este mes

Damián Castaño da la vuelta al ruedo en Las Ventas en su magnífica actuación del pasado mes de septiembre.
Damián Castaño da la vuelta al ruedo en Las Ventas en su magnífica actuación del pasado mes de septiembre. (Foto: Plaza1)

El joven y ejemplar grupo colmenareño Toros de la Tierra organiza unas interesantes tertulias

Hablemos de toros en otoño. Es un buen lema para curar el mono de ausencia de espectáculo a partir de octubre. Sobre todo si para estas tertulias se cuenta con destacados personajes de la cada vez más maltratada Fiesta por parte de los que la manejan y manipulan (o sea, de los taurinos profesionales). Es el caso de ese grupo de jóvenes de Colmenar Viejo que son un magnífico ejemplo de exigencia y lucha por la integridad de los festejos. Se desarrollarán el el Hostal El Chiscón, a partir de las ocho de la tarde del viernes 10, sábado 11 y viernes 24 del actual mes de noviembre.

Valor de Fonseca y detalles de El Cid y Talavante ante pésimos toros de tres hierros

Muletazo de Fonseca tras una espectacular voltereta aunque sin resultar herido.
Muletazo de Fonseca tras una espectacular voltereta aunque sin resultar herido. (Foto: Plaza1)

Madrid cierra su temporada como la desarrolló todo el año: con una nueva decepción

Mejor, imposible. O sea, peor. Porque el cierre del año taurino en la primera plaza del orbe táurico fue similar a como ha ido desde marzo, salvo excepciones: con la decepción por montera. Fundamentalmente por una gestión empresarial del dúo Garrido-Casas en la que entre otros desafueros se han cargado la seriedad y el trapío que debe mostrar el otrora llamado toro de Madrid. Cual aconteció en este epilogo con un encierro que sustituía al anunciado, y rechazado, de Cuvillo -cómo serían- con las sobras, y las más que probables baraturas por rebajas de fin de año, de tres divisas: feo, destartalado e indigno de presentación, salvo el tercero y no mucho. Además, ayunos de fuerza y casta, no ofrecieron juego a la terna, que sólo mostró detalles de El Cid y Alejandro Talavante y la heroicidad de Ismael Fonseca.

Román sufrió una cornada grave y Valadez anduvo vulgar

Borja Jiménez, a hombros camino de la Puerta Grande de Las Ventas.
Borja Jiménez, a hombros camino de la Puerta Grande de Las Ventas. (Foto: Plaza1)

Feria de Otoño: Borja Jiménez se consagra con tres orejas frente a una interesante corrida de Victorino Martín

La ansiada y utópica Puerta Grande de la cátedra se abrió de par en par a Borja Jiménez merced a su entrega, valor, técnica y, claro, buen toreo. Ante un desigual encierro de Victorino que, sin alcanzar la excelencia, sí que aportó ese ingrediente esencial de la Fiesta que es la emoción, despertando el interés del cotarro. Y con el denominador común y habitual de la característica de listeza en todos sus ejemplares. No pedían el carnet, pero casi. Y el único que se lo presentó como si fuera un veterano frente a ellos fue el indudable triunfador del festejo y de la mediocre feria que nos hemos tragado. No pudo hacerlo Román, herido grave por su primero, ni Valadez, que no pasó de voluntarioso, demostrando que aún está verde para este tipo de divisas.
Chicuelina de Damián Castaño al toro que abrió el festejo.
Chicuelina de Damián Castaño al toro que abrió el festejo. (Foto: Plaza1)

Feria de Otoño: los toros bazofia de El Pilar se cargan un cartel de máxima expectación

Es lo que tiene. Sí, lo que tiene traer un encierro de El Pilar, que va de petardo en petardo en Madrid en cuanto a juego, para una anunciada terna de coletudos de la línea artista, Juan Ortega, Pablo Aguado y Daniel Luque, quien al haber cerrado su temporada por su lesión en el peroné, fue sustituido por Damián Castaño, magnífico el pasado 10 de septiembre en este mismo coso. Y qué aconteció. Pues lo previsto, que esos animales volvieron a fracasar esta vez de manera rotunda. Fueron pura y asquerosa bazofia no sólo por la ausencia de casta y por su blandenguería, que no es poco. Es que, además su bochornosa presentación anovillada dejó mucho que desear. De modo que, convertido el ruedo en un simulacro, de la expectación se pasó a la lógica decepción. Es lo que tiene.

Uno de los redondos de Paco  de Toros de Cortés.
Uno de los redondos de Paco de Toros de Cortés. (Foto: Plaza1)

Feria de Otoño: la emoción de la mansedumbre encastada

Castella y Ureña pierden los trofeos con la espada ante una desigual mansada de Victoriano del Río

Tras una primera parte que había seguido el mismo aburrido guión que tantas otras tardes, en el ruedo de Las Ventas apareció el cuarto toro, con sus 626 kilos, hondo como él solo, y el rumbo del festejo cambió de forma radical. El astado, que llevaba el hierro de Toros de Cortés, olisqueó la arena, se mostró reacio a las llamadas de los toreros y, ya frente al capote de Sebastián Castella, regateó, se frenó y puso pies en polvorosa.
El bello trincherazo de García Pulido con que acabó su faena a su primer novillo.
El bello trincherazo de García Pulido con que acabó su faena a su primer novillo. (Foto: Plaza1)

Feria de Otoño: petardo de la factoría Fuente Ymbro en un festejo muy plano

Hay quien fabrica camisas, quien fabrica zapatos, quien fabrica ordenadores, quien fabrica motos. Y así hasta infinito. Pero la factoría más original es la de Ricardo Gallardo: él pone toros en el mercado y en cantidades industriales. Nada menos que 171 la anterior temporada española y ya anda muy cerca en la actual. De ellos, 48 en Madrid, cifra próxima a la de este año. Lo malo es que, en cuanto al resultado de la factoría, su historial presenta pocas luces y muchas sombras. A las que añadir el petardo de esta segunda novillada otoñal. Con bureles ayunos de sangre brava y comportamiento manso amén de débiles de remos. Por lo que, debido a la lógica ausencia de emoción con tal catadura, el aburrimiento estaba garantizado, salvo detalles y el buen corte del toledano García Pulido.

Ismael Martín se dirige a la enfermería con gesto de dolor tras el golpe que le propinó su primer novillo.
Ismael Martín se dirige a la enfermería con gesto de dolor tras el golpe que le propinó su primer novillo. (Foto: Plaza1)

Feria de Otoño: Lesión de Martín ante una novillada de Guadaira que pedía mejor toreo

No es que fuera para tirar cohetes ni rendirle pleitesía. Pero el desigual encierro de Guadaira, noblote y manejable aunque con poca fuerza en general y que no provocó emoción, tuvo ejemplares que merecían no sólo mejor lidia artística, sino también mayor entrega y pasión por parte de los dos coletudos a los que les correspondieron. ¿Estuvieron mal Álvaro Burdiel y Alejandro Peñaranda, ya con varios paseíllos en esta plaza? No, pero en un escalafón cada día más difícil, hay que salir a revientacalderas en Madrid, tener más ambición y no limitarse a detalles, a faenas pulcras cuando sus enemigos les ofrecen otra opción. Más entrega y rabia le echó el debutante Ismael Martín ante el bicorne más complicado que al descabellar le envió a la enfermería con un fuerte golpe en el hombro derecho que le impidió salir a matar el segundo de su lote.
El Juli da la vuelta al ruedo con las dos orejas que cortó al toro de su despedida en Madrid.
El Juli da la vuelta al ruedo con las dos orejas que cortó al toro de su despedida en Madrid. (Foto: Plaza1)

Feria de Otoño: A El Juli le regalan la Puerta Grande en el festejo de su despedida

Esta es la crónica de un triunfo, estadístico, anunciado. No venía en los carteles pero se barruntaba. El adiós de Julián López a Madrid como prólogo de su retirada este domingo en Sevilla iba a estar plagado de fervor y entrega en una plaza en la que con más de cincuenta paseíllos como matador sólo había descerrajado los goznes de la soñada Puerta Grande una vez. Magro y hasta ridículo balance para una figura que ahora en su despedida, con la complicidad del público -no confundir con los aficionados-, y del palco ocupado por Eutimio Carracedo, que ya había hecho de las suyas en San Isidro y en Colmenar Viejo, lo tenía fácil. El rey del toreo posmoderno, alejado de los cánones, con oficio pero sin musa, se trajo un encierro típico del toro moderno, bobalicón que va y viene sin molestar. Tampoco era complicado, por tanto, imaginar el juego, por escribir algo, que darían los bureles de las dos divisas de El Puerto, elegidos por El Juli para tan fastuoso acontecimiento, pues mostraron la catadura prevista y escrita en el párrafo anterior, con lo que la emoción estuvo ausente en toda la tarde.

El Juli, durante la inauguración de la muestra sobre su persona que puede verse en Las Ventas.
El Juli, durante la inauguración de la muestra sobre su persona que puede verse en Las Ventas.

El adiós de El Juli centra la atención de una Feria de Otoño con muchos toreros 'artistas'

Ya se sabe lo del eterno tango de Gardel-Le Pera, de que ‘Veinte años no es nada’. Pero sí que lo es, y mucho, en el planeta táurico. Y si son veinticinco con mayor razón si el protagonista, guste más o menos, ha logrado el milagro de mantenerse como figura todo el tiempo. Pongamos que se habla/escribe de El Juli, quien anuncia su retirada de los ruedos con despedida de Madrid, donde tanto le ha costado triunfar y convencer, y al día siguiente en Sevilla. Será en el primer festejo de una Feria de Otoño que cuenta con alguna otra figura y sobre todo el atractivo del anuncio de una mayoría de coletudos considerados de la línea artística.

La afición se preguntaba por qué no se puso la lona a tiempo

El agua que cayó con fuerza media hora antes del inicio del festejo obligó a suspenderlo.
El agua que cayó con fuerza media hora antes del inicio del festejo obligó a suspenderlo. (Foto: UTE Casas Amador)

La lluvia obliga a suspender la última corrida de la Feria de Albacete con toros de Victorino

Ya lo especifica ese reglamento que, día tras día, se saltan los presidentes -y este año en Albacete, más- que teóricamente deben velar por su aplicación: con permiso de la autoridad y si el tiempo no lo impide. Pues, sí, en este domingo lluvioso a ratos, el agua obligó a suspender un festejo de ilusionante cartel, que iba a cerrar el abono: toros de Victorino Martín para los locales Rubén Pinar y Sergio Serrano y el andaluz Manuel Escribano. Una terna acostumbrada a bregar con las dificultades de las divisas toristas que en vista del estado del ruedo, imposible para el toreo, decidió no hacer el paseíllo.
El Cid muletea al natural a su primer enemigo, del que obtuvo una oreja.
El Cid muletea al natural a su primer enemigo, del que obtuvo una oreja. (Foto: Luis Vizcaíno)

Albacete: El Cid vuelve a campear al natural y a fallar con la tizona

No es noticia que Manuel Jesús ‘El Cid’ haya sido durante mucho tiempo la mejor izquierda, taurina, se entiende, de España. Tampoco que con la tizona era un desastre que le cerró muchas importantes salidas a hombros. Fiel a sí mismo, el sevillano reeditó en Albacete la excelencia del toreo al natural, superior al resto de lo que se ha visto en el abono, sí. Mas tampoco faltó a su cita desastrosa con el estoque, lo que le impidió abrir la Puerta Grande. Con una corrida de La Quinta justa de trapío, casta y fuerza, a excepción del último -premiado como el cuarto, este de manera excesiva, con vuelta al ruedo-, Emilio de Justo también marró a espadas y Daniel Luque pasó por allí.
El Juli recibe una placa de manos de Martínez Iniesta, coordinador del Capítulo de Albacete de la Fundación Toro de Lidia (FTL) y también asesor en el palco presidencial. Con, entre otros, Manuel Serrano, alcalde de la ciudad (primero por la izquierda); el ganadero Victorino Martín, presidente de la FTL, el doctor Masegosa, y la presidenta Genoveva Armero, también miembros de FTL.
El Juli recibe una placa de manos de Martínez Iniesta, coordinador del Capítulo de Albacete de la Fundación Toro de Lidia (FTL) y también asesor en el palco presidencial. Con, entre otros, Manuel Serrano, alcalde de la ciudad (primero por la izquierda); el ganadero Victorino Martín, presidente de la FTL, el doctor Masegosa, y la presidenta Genoveva Armero, también miembros de FTL. (Foto: Luis Vizcaíno)

Albacete: triunfalista despedida de El Juli… casi sin toro

Con el máximo protagonismo de El Juli desde antes de que saliera el primer novillo (por trapío), perdón, toro (por edad), el festejo circuló por la esperada senda del triunfalismo sin an en la arena tres grandes lonas con la foto del torero y el lema 'Hasta siempre.. maestro'. El coletudo, que cerró su carrera novilleril hace exactamente un cuarto de siglo en el bello coso neomudéjar albacetense, es muy querido por público y autoridades, algunas de las cuales, alcalde incluido, le entregaron una placa tras el paseíllo. Todo previsto, todo triunfalista como la actuación del madrileño en su habitual línea, así como la entrega de Roca Rey y los pocos detalles con el capote que le dejaron a Ureña sus novillos (por trapío), perdón, toros (por edad). Y, claro, la pésima y tradicional presentación de los bichos de Daniel Ruiz (con divisa negra por su reciente fallecimiento) y los remiendos de Jandilla.


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